Viviendas tuteladas EOLUS y PAPALLONA
Intervenir desde la calidez y cotidianidad de un hogar.
Una necesidad básica y esencial para cualquier ciudadano y ciudadana es disponer de una vivienda digna y estable. Es un derecho fundamental, el derecho a un alojamiento no precario, que incluye, por supuesto, a las personas con enfermedad mental grave.
Todo el esfuerzo en materia de tratamiento, intervención y rehabilitación que se haga, resultará ineficaz o inalcanzable, si la persona debe dormir en la calle y no cubre sus necesidades básicas de alimentación, higiene, techo…
El resultado de no cubrir las necesidades básicas en el colectivo de personas con enfermedad mental, conlleva una serie de consecuencias negativas, a nuestro juicio, graves, para ellas y para nuestra sociedad. Se observan consecuencias que provocan un uso inapropiado de la atención sanitaria, incremento de ingresos hospitalarios psiquiátricos a raíz de las crisis recurrentes y recaídas en la enfermedad mental, sobrecarga en el núcleo familiar sin apoyo externo, altas dificultades de integración comunitaria y social o un incremento del riesgo de marginalidad e indigencia de algunos enfermos mentales que puede conllevar a un patrón de vida delictiva, suicidio, etc.
Desde este fundamento nace la vivienda tutelada Eolus en el año 2000 y Papallona en 2016. Protagonista de la Fase B de nuestra intervención, se crea para dar continuidad al trabajo que ofrecíamos en prisión, pero esta vez desde el medio abierto.
A través de la Vivienda Tutelada intervenimos con el fin de agilizar la adaptación e reincorporación social de las personas exreclusas con enfermedad mental, pudiendo asegurar un seguimiento del tratamiento psiquiátrico, aumentar la adherencia a programas terapéuticos, mantenimiento del auto-cuidado y prevenir conductas de riesgo para ellos mismos o para las personas que les rodean.
Intervenimos bajo metodología abierta, flexible, participativa. Aplicamos técnicas orientadas a la intervención centrada en la persona (PCP) y al modelo asertivo-comunitario.
Programa Paire
Sabemos que una persona que sale de prisión, sin los medios suficientes, producirá necesariamente pérdidas y daños con costes muy altos por, las consecuencias indirectas de sus acciones, de sus omisiones y de su mismo estilo de vida.
Nuestra intención es minimizar las consecuencias, sobre la persona y sobre su ambiente, de su paso por prisión y facilitar el difícil momento de la finalización de la condena. Nuestra respuesta va paralela al itinerario de la persona reclusa. Utilizamos metodología participativa, respetuosa y cercana. Intervenimos desde la vida cotidiana estimulando deseos y entusiasmo.
Establecemos un contacto lo más estrecho posible. Mediante entrevistas personales en el interior de dos Centros Penitenciarios: Picassent y Albocàsser. Y a través de correo postal si están en otras prisiones más lejanas. Y contacto continuado con los profesionales de los equipos técnicos de los establecimientos penitenciarios.
El programa PAIRE, se lleva a cabo bajo la misma estructura y filosofía que el resto de acciones de nuestra asociación. De este modo, está dividido en tres fases diferenciadas. Percibimos como efectivo el trabajo a largo plazo, ininterrumpido, desde dentro de prisión, residiendo en nuestros recursos y en sus propias viviendas. Y respondemos ante los diferentes obstáculos que pueda encontrar la persona, sean cuales sean. Porque sabemos que salir de la cárcel nunca ha sido fácil.