La creación de un programa de prevención del aislamiento social, surge en Àmbit, al detectar, a través de la vivienda tutela, en el contacto diario con las personas con enfermedad mental, las dificultades que tienen para establecer relaciones sociales, disfrutar de un tiempo de ocio o utilizar los recursos que les ofrece su entorno.
Muchas de las personas que pasan por nuestros programas, nunca anteriormente en sus vidas, habían utilizado su tiempo libre de forma sana, activa, terapéutica, lúdica, etc.
Ante esta realidad se plantea la posibilidad de crear un espacio donde las personas puedan encontrarse las unas con las otras, un lugar donde estar con un grupo de iguales. Un espacio en el que fomentar el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a grupo y comunidad, saber y sentirse parte de algo, y sentir que se está en su sitio, que tiene su lugar en el mundo.
De forma bidireccional, el programa pretende influir en la percepción que tiene la población general sobre las personas con enfermedad mental. Las actividades se desarrollan dentro de la comunidad a la que pertenece la persona, utilizando los recursos del barrio, de la ciudad. Se establecen relaciones normalizadas, contribuyendo a cambiar los estereotipos sociales. Con nuestro programa recuperamos la visibilidad pública de las personas con enfermedad mental, y difundimos una imagen más positiva e integradora de éstas.
El programa tiene un claro carácter preventivo ya que favorece la creación de redes sociales que puedan servir de apoyo para afrontar situaciones difíciles. Una red social de apoyo adecuada es un componente crucial para la mejora de su bienestar, funcionamiento psicosocial, prevención de recaídas y su adaptación a la vida comunitaria.
El programa es de participación abierta, con actividades casi diarias, y muy variadas.